DESARRROLLAN UN HORMIGÓN BIOLÓGICO
PARA CONSTRUIR FACHADAS “VIVAS”
Es un material que mejora el
confort térmico en edificios y permite reducir el CO2 de la atmósfera, mediante
el uso de líquenes, musgos y otros microorganismos
PUBLICOMADRID12/12/2012 18:15 Actualizado: 12/12/2012 18:29
Desarrollan un hormigón biológico
para construir fachadas ‘vivas’ con líquenes, musgos y otros microorganismos.UPC
El Grupo de Tecnología de Estructuras de la Universidad Politécnica de
Catalunya ha desarrollado y patentado un tipo de hormigón biológico, con
capacidad para que crezcan organismos pigmentados de manera natural y
acelerada. El material, que está ideado para fachadas de edificios u otras
construcciones en climas mediterráneos, ofrece ventajas medioambientales,
térmicas y ornamentales respecto a otras soluciones de construcción
similares.
Los investigadores estudian el nuevo tipo de hormigón biológico a partir de
dos materiales a base de cemento. El primero de ellos es el hormigón
convencional carbonatado (basado en cemento Portland), con el cual
obtienen un material de un pH del entorno de 8. El segundo material está
fabricado con un cemento de fosfato de magnesio (MPC, Magnesium-Phosphate
Cement), conglomerante hidráulico que no requiere ningún tratamiento para
reducir el pH, puesto que éste es ligeramente ácido.
El cemento de fosfato de magnesio se ha utilizado anteriormente como
material de reparación por su propiedad de rápido fraguado. Además, también se
ha empleado como biocemento en el ámbito de la medicina y la odontología,
lo cual indica que no tiene un impacto medioambiental adicional. La innovación
de este novedoso hormigón (multicapa vertical) es que se comporta como un
soporte biológico natural para el crecimiento y desarrollo de determinados
organismos biológicos, concretamente ciertas familias de microalgas, hongos,
líquenes y musgos.
Una vez patentada la idea, el equipo investiga la mejor manera para
favorecer el crecimiento acelerado de este tipo de organismos en el hormigón.
El objetivo de la investigación es conseguir acelerar el proceso natural de
colonización, obteniendo un aspecto atractivo en no más de un año. La idea
es también que las fachadas construidas con el nuevo material muestren una
evolución temporal mediante cambios de coloración en función de la época del
año, así como de las familias de organismos predominantes. En este tipo de
construcción, se evita la aparición de otros tipos de vegetación para impedir
que sus raíces echen a perder el elemento constructivo.
Tres capas de material
Para obtener el hormigón biológico se han modificado, además del pH, otros
parámetros que influyen en la bioreceptividad del material, como por ejemplo la
porosidad y la rugosidad superficial. El resultado obtenido es un elemento
multicapa, es decir, un panel que, además de una capa estructural, consta de
otras tres capas más: la primera de ellas es una capa de impermeabilización situada
sobre la anterior, la cual sirve de protección ante el paso del agua hacia la
capa estructural para evitar que pueda deteriorarse. La siguiente es la capa
biológica, la cual permitirá la colonización y permitirá la acumulación de
agua a su interior. Actúa como microestructura interna, favorece la retención y
dirige la expulsión de la humedad; puesto que tiene capacidad para captar y
almacenar el agua de la lluvia, esta capa facilita el desarrollo de los
organismos biológicos. Finalmente, la última se basa en una capa de
revestimiento, la cual será discontinua y hará la función de
impermeabilización inversa. Esta capa permitirá la entrada del agua de la
lluvia y evitará su pérdida; de este modo, se redirigirá la salida del agua
allá donde interesa obtener crecimiento biológico.
Reducción de CO2
El nuevo material, que tiene aplicaciones diversas, ofrece ventajas de
tipos medioambientales, térmicos y estéticos, según el equipo
investigador, de la Escuela de Caminos, encabezado por Antonio Aguado y formado
también por Ignacio Segura y Sandra Manso. Desde el punto de vista
medioambiental, permite absorber y, por lo tanto, reducir el CO2 de la atmósfera,
gracias al recubrimiento biológico. A la vez, tiene capacidad para captar la
radiación solar, lo cual permite regular la conductividad térmica en el
interior de los edificios en función de la temperatura lograda. El hormigón
biológico funciona no sólo como material aislante y regulador térmico, sino
también como alternativa ornamental, de forma que sirve para decorar la fachada
de edificios o la superficie de construcciones con diferentes acabados y
tonalidades cromáticas; está pensado para colonizar áreas determinadas, sin
necesidad de cubrir toda una misma superficie, y con variedad de colores. La
idea es crear una pátina de materia como cobertura biológica o pintura
"viva". Por otro lado, también ofrece la posibilidad de usos en zonas
ajardinadas, como elemento decorativo y de integración paisajística y
sostenible de elementos constructivos, para conseguir una mayor integración de
estos con el entorno.
Rehabilitación de patrimonio
arquitectónico
El material comporta un nuevo concepto de jardín vertical no sólo
para edificios o elementos de nueva construcción, sino también para rehabilitar
los existentes. A diferencia de los sistemas actuales de fachadas vegetadas y
jardines verticales, el nuevo material plantea un crecimiento biológico sobre
el mismo material soporte; por lo tanto, no necesita complejas estructuras
portantes y permite seleccionar la zona de la fachada en la que se quiere
obtener crecimiento biológico. Las fachadas vegetadas y los jardines verticales
se basan en la utilización de un sustrato vegetal contenido en algún tipo de
recipiente, o bien mediante cultivos totalmente independientes de sustrato,
como por ejemplo los cultivos hidropónicos. Pero requieren complejos sistemas
auxiliares al propio elemento constructivo (capas de material) e incluso
estructuras adyacentes de tipo metálico o plástico que comportan complicaciones
asociadas a cargas adicionales, así como reducción de luminosidad y reducción
del espacio circundante del edificio. El nuevo hormigón "verde"
consigue el crecimiento directo de los organismos a partir del conjunto
multicapa.
Patente y comercialización
La investigación ha dado fruto a una tesis doctoral
que está elaborando Sandra Manso. Actualmente se está llevando a cabo la
campaña experimental correspondiente a la fase de crecimiento biológico, que se
realizará a caballo entre la UPC y la Universidad de Gent (Bélgica).
Esta investigación ha contado con el apoyo del profesor Antoni Gómez-Bolea, de
la Facultad de Biología de la Universitat de Barcelona, quien ha hecho
aportaciones en el ámbito de crecimiento biológico sobre materiales de
construcción. Actualmente, la innovación está en vías de obtener la patente y
la empresa catalana ESCOFET 1886 S.A., fabricante de paneles de hormigón
arquitectónico y de mobiliario urbano, ya se ha mostrado interesada en
comercializar el material
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